SABERES DE TURQUÍA 4

LAS IGLESIAS RUPESTRES DE CAPADOCIA (parte II)

Volvamos a los pequeños tesoros escondidos en las entrañas de la roca volcánica de los valles de Göreme, de los que os hablaba en el post anterior.

Estamos en la Capadocia bizantina. Tan lejana físicamente, en la Anatòlia central, al otro lado del Mediterráneo. Y tan cercana, culturalmente, a nuestro románico rural.

No me atrevo a calificar de edificios a las iglesias rupestres de los valles de Göreme, pero son, sin duda, espacios arquitectónicos que hay que interpretar como si se tratara de auténticas construcciones. Hablamos, pues, de arquitectura. De una arquitectura quizá más "deconstruida" que construida. De la arquitectura rupestre.

Karanlık Kilise (Iglesia Oscura)

 

Pese a tratarse de espacios excavados en la roca, en las iglesias de Kapadokya, destaca la utilización de todos los elementos propios de una arquitectura edificada: las columnas, los capiteles, los arcos, las bóvedas, las cúpulas. Pero ninguno de estos elementos arquitectónicos tiene función estructural alguna. Es decir, ni las columnas, ni los arcos, ni las bóvedas, sustentan nada. No son más que elementos formales, que contribuyen a dar un aspecto determinado al espacio sagrado de un templo, el aspecto de las grandes construcciones bizantinas de la época. Nos encontramos, pues, ante una arquitectura puramente imitativa de la arquitectura bizantina que se hace en Constantinopla.

Desde el punto de vista arquitectónico, no se puede hablar de un modelo único, pues algunas iglesias son de una sola nave con bóveda, otras son de planta triconque (en forma de trébol o en forma de T). Ahora bien, el modelo más frecuente es el de planta de cruz griega inscrita (la forma de una cruz de brazos iguales, inscrita en un cuadrado) con cúpula central, considerado el modelo bizantino por excelencia y dotado de una fuerte carga simbólica: el cuadrado -la planta- representa el mundo de los mortales, mientras que el círculo -la cúpula- es la representación de la esfera celeste y por lo tanto, el universo de lo divino.

Karanlık Kilise (Iglesia Oscura)

La influencia bizantina se manifiesta en toda la arquitectura religiosa de Capadocia, y las iglesias de estos valles parecen reproducir a pequeña escala los grandes templos de Constantinopla. En efecto, el tamaño de las iglesias rupestres de esta zona es extremadamente reducido si lo comparamos con otras construcciones cristianas anteriores, como San Simeón de Qal'at Siman (Siria) o con la misma Santa Sofía de Constantinopla.

Las características geológicas de Kapadokya, condicionan el tamaño de las iglesias de la región, que no dispone de piedra apta para la construcción y tiene que adaptarse a las medidas que permiten sus peculiares formaciones volcánicas. Por otro lado, la escasa dureza de la toba volcánica, facilita mucho el trabajo arquitectónico (la excavación) y, por tanto, abarata los costes, lo que resulta una ventaja importante para las pequeñas comunidades monacales de Capadocia, que profesan voto de pobreza.

El resultado de todo ello son estos pequeños espacios arquitectónicos excavados en la roca que, en muchos casos, no superan los 10 o 15 metros cuadrados y que, quizás, podemos calificar más de simples oratorios, que de auténticas iglesias.

Pero el afán por imitar el arte bizantino, va más allá de la arquitectura y llega, incluso, a los elementos decorativos y de mobiliario, como los ábsides, los altares, los bancos, los canceles, que también son tallados en piedra y cumplen, únicamente, con su función litúrgica, pero que no aportan novedad alguna en el tratamiento del espacio.

Y este mismo interés por las formas de Bizancio se manifiesta también, como no podía ser de otra manera, en las pinturas murales del interior de las iglesias de los valles de Göreme, donde se ha conservado un conjunto pictórico muy interesante.

Si bien el sistema "constructivo" es casi el mismo en todas las iglesias, en cuanto a la decoración interior, podemos establecer dos grupos diferenciados, en función de la técnica pictórica que se ha utilizado. Así, encontramos un primer grupo, formado por las pinturas aplicadas directamente sobre la roca, que utilizan exclusivamente pigmentos de tonos ocre y rojo. Es el caso, por ejemplo, de la Azize Barbara Kilisesi (iglesia de Santa Bárbara).

 Azize Barbara Kilisesi (iglesia de Santa Bárbara)

El segundo grupo, y el más numeroso, lo constituyen las iglesias decoradas con la técnica del fresco bizantino. Esta técnica pictórica consiste en preparar el muro con una mezcla de yeso, arena y paja y trazar las líneas principales del dibujo sobre el revoque fresco, con ayuda de una punta de madera o de hueso. Además el revoque fino es alisado antes de la aplicación de los colores, y no después como en las técnicas modernas, lo que provoca la subida del agua a la superficie y obliga al artista a trabajar rápido, pero también garantiza la nitidez de las líneas y potencia los colores. Forman parte de este grupo, las pinturas de la Elmalı Kilise (Iglesia de la Manzana), las de la Karanlık Kilise (Iglesia Oscura) y las de la Tokalı Kilise (Iglesia de la Hebilla), entre otras.

Tokalı Kilise (Iglesia de la Hebilla). Tokalı II o iglesia principal (finales siglo X).

A pesar de la dificultad de establecer una datación exacta de las pinturas de las diversas iglesias rupestres de Göreme, desde el punto de vista estilístico, las diferencias entre ellas son notables.

Por un lado, encontramos iglesias como la de Santa Bárbara (Azize Barbara Kilisesi), de estilo iconoclasta con motivos de tipo abstracto y vegetal, y motivos esotéricos cargados de significado simbólico.

 Azize Barbara Kilisesi (iglesia de Santa Bárbara)

Por otra parte están las conocidas como pinturas de estilo provinciano, que Guillaume de Jerphanion llama grupo arcaico, representado por los frescos de la parte más primitiva de la Tokalı Kilise, lo que se conoce como Tokalı I o iglesia vieja (de comienzos del siglo X). 

 Tokalı Kilise (Iglesia de la Hebilla). Planta.

 

Las figuras que están representadas son planas y sencillas y están cargadas de expresividad, a pesar de su ejecución tosca y provinciana a manos de pintores carentes de formación artística. Los personajes están distribuidos en frisos, sin separación entre las diversas escenas.

Tokalı I  (comienzos siglo X)

Finalmente, del tercer grupo estilístico, destacadan las pinturas de la Elmalı Kilise (Iglesia de la Manzana), las de la Karanlık Kilise (Iglesia Oscura) y las de la parte de la iglesia principal de la Tokalı Kilise (Iglesia de la Hebilla), conocida como Tokalı II. 

 Karanlık Kilise (Iglesia Oscura)

En las pinturas de este estilo, se abandona la frontalidad de las figuras, que son más esbeltas y elegantes, y llevan indumentarias propias del mundo clásico. Además, los rostros de los personajes se individualizan y hay un cierto intento de plasmar la gesticulación. Tanto en la localización como en la disposición de las diversas escenas y de las figuras que las forman, la dependencia de los modelos bizantinos es clara.