SABERES DE TURQUÍA 2

LA MEZQUITA OTOMANA

La esbelta silueta de los minaretes de las mezquitas recortando el cielo de la ciudad de Estambul, forma parte del imaginario de los que hemos visitado la capital del Imperio Otomano y  de los que no lo han hecho. Como el canto de los muecines llamando a la oración forma parte de la banda sonora de los que hemos pisado aunque sea una vez las calles de la bella Estambul.

 ESTAMBUL

Y es que el Islam es la religión mayoritaria en Turquía, por lo que, a pesar de ser oficialmente un Estado laico, las mezquitas son omnipresentes y sus minaretes dibujan el skyline del país entero. Sólo en la ciudad de Estambul hay más de tres mil, entre las que encontraréis los más bellos ejemplos: la gran Mezquita de Süleymaniye, La Mezquita Nueva (Yeni Camii), la Mezquita de Rüstem Paşa -para mí, personalmente, la más bonita de Estambul-, la gran Mezquita de Sultanahmet o Mezquita Azul, etc.

 YENI CAMII O MEZQUITA NUEVA. ESTAMBUL

Así pues, a los que visitéis por primera vez un país del mundo islámico, tal vez os será útil conocer la estructura y el significado de la mezquita.

Estructuralmente hablando, las mezquitas cuentan con un atrio de entrada llamado sahn y una sala para la oración llamada haram. Todas ellas están orientadas a La Meca. El muro de la sala de oraciones que indica esta orientación, recibe el nombre de quibla, y lo distinguiréis gracias al  mihrab (especie de nicho u hornacina) que es el elemento más importante de la mezquita, pues sirve de referencia a los fieles, aunque no tiene ninguna connotación sagrada. A la derecha del mihrab se encuentra el minbar, que es el púlpito al que se sube el imán para dirigir la oración. Finalmente, el último de los principales elementos de una mezquita es la torre, el alminar o minarete, que señala su localización y desde la que, cinco veces al día, el muecín (actualmente sustituido por altavoces) llama a los fieles a la oración . La tipología arquitectónica de los minaretes varía en las diferentes zonas del mundo islámico. Los alminares otomanos son de planta circular, con uno o más balcones que sobresalen y una cubierta cónica, y su esbelta silueta, como os decía al principio, recorta el cielo en todos los rincones de Turquía. Cada mezquita otomana suele estar rodeada de dos, cuatro o, incluso, seis minaretes.

 

YENI CAMII O MEZQUITA NUEVA. ESTAMBUL. MINARETE

La mezquita es el edificio símbolo del Islam. Es el elemento más emblemático de la arquitectura religiosa del mundo musulmán.

En el Islam, la oración se establece en cuatro niveles: Un primer nivel es la oración diaria, que se hace casi siempre individualmente. El segundo nivel es el de la oración semanal del viernes a mediodía, que se hace en comunidad. El tercer nivel corresponde a la oración de las dos grandes fiestas del Islam, el último día del ayuno del Ramadán y la fiesta del Sacrificio, y reúne a todos los fieles de un barrio o pueblo. Y, finalmente, el cuarto nivel corresponde al rito anual de peregrinación que congrega a los musulmanes de todo el mundo.

La necesidad de la oración en comunidad (segundo y tercer nivel de oración) es pues la que provoca la aparición de las mezquitas: las llamadas masjid, o mezquitas pequeñas, y las conocidas como djami o grandes mezquitas. La propia etimología de la palabra mezquita nos ayudará a entender mejor el edificio. La palabra djami significa "lugar de reunión", mientras que la palabra árabe masjid significa "superficie, lugar o territorio inmaculados donde apoyar la frente para adorar a Dios". Así pues, la mezquita no es más que el lugar de reunión de los fieles para la oración, no es un templo y, por tanto, no requiere ningún contexto especial, ni ningún espacio concreto. Una simple alfombra se puede convertir en una "mezquita portátil".

Quizá por esta razón, la tipología arquitectónica de las mezquitas es muy variable, dependiendo, además, de las épocas y los países.

Las mezquitas primitivas eran construcciones de planta cuadrada o rectangular que constaban de un patio con porche y de una sala hipóstila (de columnas) para la oración, han dado lugar al llamado estilo arábigo, iniciado por los Omeyas y que se extiende por todo el mundo islámico, desde Siria hasta el Magreb. Ejemplos de mezquita de estilo arábigo son la Gran Mezquita de los Omeyas de Damasco (Siria) y la Mezquita de Córdoba (España).

 PLANTA DE ESTILO ARÁBIGO. MEZQUITA DE CÓRDOBA. ESPAÑA

Una segunda tipología de mezquita es la de estilo iraní, introducida por los Selyúcidas en el siglo X y constituida por un gran patio porticado de planta cuadrada o rectangular, con cuatro iwan (grandes porches en forma de arco) en cada uno de los lados, uno de los cuales da acceso a una gran sala de oración con cúpula. El ejemplo más destacado de este tipo de mezquita es la Mezquita del Shah de Isfahan (Irán).

 PLANTA DE ESTILO IRANÍ. MEZQUITA DE ZAVAREH. IRÁN

En el caso de Turquía, cabe señalar que ha desarrollado una tipología arquitectónica propia: la mezquita de estilo otomano. Esta tipología, de planta centralizada cubierta por una gran cúpula central con varias semi-cúpulas laterales, se desarrolla en toda Anatolia, desde la caída de Constantinopla (en 1453), a partir del modelo de iglesia bizantina representado por Santa Sofía , y llega a su máximo esplendor con las obras del arquitecto Sinan, como la Mezquita de Süleymaniye en Estambul y la Mezquita de Selimiye en Edirne.

 PLANTA DE ESTILO OTOMANO. SÜLEYMANIYE CAMII O MEZQUITA DE SÜLEYMANIYE. ESTAMBUL

En cuanto al espacio interior, las mezquitas otomanas destacan por su luminosidad, proporcionada por grandes ventanales y derivada, directamente, de su función de lugar de encuentro que no debe aislar a los fieles del mundo exterior.

  RÜSTEM PAŞA CAMII O  MEZQUITA RÜSTEM PAŞA .ESTAMBUL

Por otro lado, no debemos olvidar que la mezquita no es la casa de Dios -la Domus Dei de los cristianos-, no es un templo y, por lo tanto no está dedicado a ninguna deidad. Además, con el fin de evitar la idolatría, el Islam prohíbe toda representación humana y animal, motivo por el que no aparece ningún tipo de imagen en la decoración, tanto exterior como interior, de las mezquitas, que se limita a motivos vegetales, geométricos y caligráficos.

Sin embargo, el interior de la mezquita otomana está decorado muy ricamente, generalmente con azulejos, muchos de ellos de cerámica de Iznik, como en el caso de la magnífica Mezquita de Rüstem Paşa, el de la gran Mezquita de Sultanahmet o Mezquita Azul, el de la Mezquita Nueva, y tantos otros.

 AZULEJOS DE IZNIK. YENI CAMII O MEZQUITA NUEVA. ESTAMBUL

También es destacable la ausencia absoluta de mobiliario, debida a que, Islam, la liturgia es inexistente. Destacan sin embargo, casi exclusivamente, las grandes lámparas que iluminan la sala de oración.

Finalmente, hay que hablar de las alfombras que cubren todo el interior de la mezquita, normalmente decoradas con dibujos exclusivos, y que, contrariamente a lo que puede parecer, no son tanto un elemento de confort para los fieles, como la representación simbólica de la "superficie inmaculada" que define la palabra masjid, por lo que hay pisarlas siempre con los pies descalzos.