Este es un blog nacido, inicialmente, con la voluntad de compartir con vosotros mis notas de viaje, al regreso de Turquía, en Agosto de 2009. Pero enseguida, al llegar a Estambul, mi interés por este país, derivó en fascinación y he sentido la necesidad de conocer más cosas de él, aunque sea desde Barcelona.

Por ello, mis notas de viaje se han convertido en un cuaderno de notas, que no ofrece una visión objetiva ni global de Turquía, sino una impresión personal y subjetiva, fruto de la fascinación que ha despertado en mí este maravilloso país. Me gustaría compartir estas impresiones con todos vosotros y que me ayudarais a enriquecerlo con vuestras críticas, comentarios y sugerencias.

viernes, 25 de septiembre de 2009

APUNTES DE UN VIAJE A TURQUÍA 12

DOMINGO 16 DE AGOSTO DE 2009

Hoy visitamos Éfeso (Efes).

EFES
Horario: de 08:30h a 17:30h
Entrada: 20 YTL/persona
Audio-guía: 10 YTL
Parking: 5 YTL
Distancia: a 20 km de Kusadasi
Tiempo: 25 min.
Itinerario: Ctra. D-515 (20 km)

Unos 80 km al sur de Esmirna (Izmir), se encuentra Selçuk y, junto a ella, las ruinas de la antigua ciudad de Éfeso.

Fundada por los griegos en el siglo XI a. C., Ephesos llega a ser una de las ciudades más
importantes de Asia Menor y su puerto (por entonces se encontraba junto al mar), uno de los principales del Mediterráneo.

En el siglo II a. C. Roma controla Ephesus y en el siglo I a. C., en la época de Augusto, alcanza su máximo esplendor y se convierte en la capital de Asia, llegando a tener 250.000 habitantes.

En el siglo VI, el puerto ha desaparecido a causa de los aluviones del río Caistro y la ciudad se traslada instalándose alrededor de la Iglesia de San Juan, construida por Justiniano, y tomando el nombre de Ayasulug.

Es atacada por los árabes en diversas ocasiones a lo largo de los siglos VII, VIII y IX, hasta que, en el siglo XIV, la ciudad pasa a manos de los turcos Seljúcidas y vive un nuevo período de esplendor marítimo-comercial.

Más tarde, en la época otomana, Ayasulug es prácticamente abandonada. Con la actual república de Turquía, la ciudad cambia su nombre por el de Selçuk (derivado de seljúcida).

Actualmente, las ruinas de la antigua Éfeso, constituyen uno de los recintos arqueológicos más importantes del Mediterráneo oriental.

Lo primero que nos llama la atención al entrar, es el inmenso Teatro, el mayor de su época, con capacidad para más de 30.000 espectadores. Construido entre los siglos III y II a. C., sorprende tanto por sus dimensiones, como por su fantástica acústica. Es realmente impresionante.

Frente al teatro, la Via Arcadia, auténtica avenida comercial de la época romana, pavimentada con grandes losas de mármol blanco y flanqueada por columnas y pedestales de antiguas estatuas. Tiene 11 m de ancho por 530 metros de largo y era la principal conexión con el puerto.


ÉFESO. VIA ARCADIA

Junto a ella, el Ágora inferior, uno de los espacios públicos más grandes de la ciudad, de 100 metros de ancho por 100 de largo.

Y llegamos a una de las joyas de Éfeso: la magnífica Biblioteca de Celso, construida en el siglo II d. C. Aunque la hemos visto en mil fotos y pese a los muchos turistas que hay, no deja de impresionarnos estar frente a ella. Qué maravilla!! No te cansas de verla.


ÉFESO. BIBLIOTECA DE CELSO

Enfilamos la cuesta de la Via de los Curetos. El sol aprieta y empieza a hacer verdadero calor (42ºC). Vemos el Templo de Adriano, también del siglo II d. C., a un lado de la calle. Enseguida nos topamos con el conjunto arqueológico de las llamadas Casas de la Ladera y entramos a verlo.

CASAS DE LA LADERA
Entrada: 15YTL/persona

ÉFESO. CASAS DE LA LADERA

Para acceder a las excavaciones, hay que pagar una entrada adicional, pero merece la pena. El conjunto está formado por varias casas de ricos comerciantes, que fueron construidas en terrazas. Permiten ver cómo es el interior de una vivienda romana, con su patio de columnas (peristilo), sus frescos y sus mosaicos, y observar las conducciones de agua y calefacción y el sistema de letrinas. Muy, muy interesante.
Salimos del recinto de las Casas de la Ladera y el calor se hace ya insoportable. Estamos ya a 45ºC y no corre ni una pizca de aire. Nos vamos, dando un paseo, muy lentamente, porque las fuerzas flaquean.

Al salir de Éfeso, decidimos dirigirnos hacia Söke. Nos quedan unas compras por hacer y nos acercamos a una zona de tiendas “outlet” de las afueras. Allí entramos en Kırçiçeği, un restaurante de especialidades turcas con establecimientos por toda Turquía, donde comemos, sin pretensiones, pero la mar de bien.


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